Entrevista laboral por la ONG IRV «Aurelio y su renacimiento como trabajador gracias a la inclusión»

Entrevista laboral por la ONG IRV «Aurelio y su renacimiento como trabajador gracias a la inclusión»

«Si esta entrevista la va a escuchar alguna persona con discapacidad, les digo que se crean el cuento, que no se sientan menos al resto, que esta es simplemente la condición en nuestra vida pero nadie quiso estas condiciones, pero al final, como uno quedó, uno tiene que darle la cara a la vida nomás». Estas son las palabras de Aurelio Enrique Jofré Rojas (30), usuario del Área de Inclusión Laboral (AIL) del IRV, quien gracias -en gran medida- a este servicio, logró convertirse en trabajador de la empresa constructora El Sauce.

En esta entrevista conocerás a una persona sincera, honesta y que reconoce a plenitud sus malos momentos, pero también a alguien que supo hallar en sí mismo una motivación y perseverancia únicas. No se trata de otra historia de superación, sino de un relato acerca de volver a quererse y valorarse a uno mismo.

Aurelio Jofré en su lugar de trabajo. Imagen: IRV.

«Yo tengo una hemiparesia espástica«, comenta Aurelio Jofré, la que fue causada por un accidente alrededor de 3 años atrás. Se trata de un tipo de parálisis cerebral, las que se caracterizan por afectar la capacidad de una persona para moverse y mantener el equilibrio y la postura, es decir, es una discapacidad motora. En este caso, la Hemiplejía y Hemiparesia Espástica afectan un solo lado del cuerpo y, por lo general, más el brazo que la pierna.

Hace aproximadamente seis meses que trabaja en Constructora El Sauce en La Escondida, uno de los complejos mineros más grande de Chile ubicado en la región de Antofagasta. Actualmente, él se dedica a labores de bodeguero, pese a que inicialmente se concibió su puesto como garitero. Lo que ocurrió, él mismo lo explica:

– El tema de la garita aún no se ha habilitado, entonces he estado trabajando, llevo como cinco turnos, en una bodega. Anotando entradas y salidas de herramientas, anotando inventarios, esas cosas.

– ¿Y cómo llegaste a trabajar donde estás actualmente?

– Porque yo quise trabajar. Empecé a hacer cursos en SENCE, cualquier curso relacionado con trabajar y la discapacidad lo tomaba. Y después cuando tenía los cursos ya aprobados empecé a tirar currículum a los supermercados, postulaba a distintas informaciones. Así, fui postulando a estos puestos y salió esta peguita.

Pero resulta que para Aurelio esto es más que un trabajo. Para él esto ha significado reencontrarse consigo mismo en un plano emocional, pues después de su accidente que lo dejó con la discapacidad física, su mente se había llenado de pensamientos limitadores y negativos sobre sí. En este sentido, cuando le preguntamos «¿Qué te ha gustado más en tu puesto de trabajo? ¿Qué te motiva más», él responde:

– Ya, yo creo que lo que me motiva más es lo que he logrado con este puesto de trabajo, que es prácticamente volver a quererme, a amarme, a aceptarme, el tema de la aceptación es muy importante porque yo después de mi accidente que fue hace 3 años aproximadamente, venía muy mal anímicamente, emocionalmente, porque quedé con los brazos cortados se podría decir.

Luego de una pausa en la que el peso de las anteriores palabras tomaba forma, y antes de que se estableciera el siguiente tema de conversación en la entrevista, Aurelio dice:

Pensaba que nadie nunca más me iba a aceptar, que no iba a poder volver a trabajar en lo que hacía, pero ahora se abrió esta puerta y veo que está el tema de la inclusión en La Escondida, donde además está súper fuerte. Se han adaptado conmigo (…) yo solo tengo como una mano funcional, entonces para que no llevara la comida en una sola mano, me pusieron un carrito para que llevara mi bandeja, y como lo que yo quiera, para que lo haga con más calma. Así que se está adaptando el tema de la inclusión allá en La Escondida, así con todo, con tutti.

– Estás cómodo.

– Eso es lo otro. Porque la gente que está ahí me hace sentir parte igual de ellos, me han tomado, me dejan trabajar, yo puedo hacer las cosas pero un poquito más lento que otras personas, pero hago las cosas. Al principio, me querían hacer todo o ayudar en todo, prácticamente me querían subir en brazos, pero yo les dije que me tuvieran paciencia porque puedo hacerlo solo. Y así se fue adaptando mi situación.

Aurelio Jofré cumpliendo labores como bodeguero.

HACIA UNA VIDA LABORAL

Los turnos de Jofré son 14×14, es decir, una mitad en la mina trabajando y la otra parte en su casa en Calama. Al principio, no fue fácil incorporarse al ritmo laboral, no tanto por la modalidad, sino por aspectos rutinarios que conllevaba esta, como por ejemplo, cargar peso en los viajes o cumplir correctamente los horarios de sus jornadas:

– ¿Qué es lo que te ha parecido más desafiante?

– Yo creo que el adaptarse fue algo que yo pensé que no iba a poder hacerlo. Levantarse en las mañanas, 05:30 am. El tema de los viajes, porque yo con mi condición no puedo andar cargando tanto peso, entonces me adapté totalmente. El primer turno fue el complicado, porque tenía que llegar con maleta, subirme para allá, para acá. No sabía cómo lo iba a hacer. Pero después con el tiempo me fui adaptando y ahora estoy totalmente independiente. Me voy solo, bajo solo.

Agregado a esto, también Aurelio tuvo que enfrentar una situación más o menos complicada, en la cual tuvo la total colaboración de su empresa. El problema es que en cada nuevo turno, según él explica, cambian las habitaciones designadas para el trabajador, lo que implicaba una situación difícil, pues acarrear tantos objetos es una ardua tarea:

– Lo otro sí es que en La Escondida donde hay mucha gente, cada turno te pueden cambiar de pieza. Entonces a mí tampoco me favorece porque yo llevo para allá mis útiles de aseo y otras cositas por el tema de mi discapacidad, y el tema de andar cambiándose de pieza o en la maleta, es para mí complicado por el peso. Entonces desde el primer turno que estoy con la misma pieza y tengo mis cositas ahí guardadas con un candado. Pero ahora no se puede por el tema de que todas las cosas con las que tú entras te las tienes que llevar. Pero ahí hablé con la empresa y ahora me dijeron que yo puedo ocupar la pieza totalmente así que, que no me preocupe por andar llevando mis cosas a ningún lado.

ESPÍRITU COLABORATIVO

Es tanto el empeño que Aurelio le ha puesto a su trabajo que recibió un reconocimiento por parte de la empresa. Al comienzo él desconfió, porque pensó que podría tratarse una obra de caridad debido a su discapacidad, pero luego entendió que no se trataba de esto, sino de una celebración pública por su motivación laboral. Él lo cuenta mejor que nadie:

– Incluso este turno que estuve ahora recibí un reconocimiento de parte de la empresa por “espíritu colaborativo” parece. Me dieron hartas cosas, entre ellas un diploma y un banano. Así que me siento bien por eso. Yo pensé en un momento: “Ah, esa gente me dio un regalo porque era para un discapacitado, pal cojito, para este niño”. Y no, no era así. Fue porque yo soy una persona que sabe hacer las cosas, que yo le pongo empeño, que yo soy responsable. Trato de hacer las cosas lo mejor posible, quizá me demoro un poco más pero igual las hago.

La palabra implícita pero clave que hay en la respuesta anterior es «empatía», quizá uno de los mejores conceptos con los que puede contar en un ambiente laboral para llevar a cabo un proceso de inclusión efectivo. Afortunadamente, este es su caso y los beneficios se dejan ver por sí solos:

– ¿Crees que aún hoy en día existen prejuicios para las Personas con Discapacidad en el tema de trabajar?

Antiguamente sí, pero ahora con este tema de la ley que salió están todos y tienen que aceptar nomás. O sea, obvio que igual no viven estas cosas, pero la mayoría de las personas se pone en el lugar del resto, tiene mucha empatía. Eso hay, mucha empatía en la empresa. Un apoyo, una ayuda, una bromita, que yo sé que no son en mal sentido.

Según Jofré, en su lugar de trabajo hay tolerancia cero con la discriminación, sea del ámbito que sea. Por ejemplo: «La Escondida está atacando fuerte el tema del acoso sexual a las mujeres, entonces yo creo que La Escondida es una de las empresas que está a full con el tema de la inclusión, acoso y diversidad. Gente homosexual, lesbiana, ellos están así pero a full. Si se enteran de que alguien estuvo molestando a otro por su opción de género lo echan al tiro para afuera», termina por explicar Aurelio.

UNA OPORTUNIDAD QUE SE CREA

En muchas ocasiones la motivación personal para trabajar se debe construir. No es algo que surja mágicamente. Aurelio sabía esto y poco a poco fue incursionando en la temática de inclusión laboral, siendo persistente y gestando su propio cambio. Esta, en parte, es la base de aquella frase que dictamina que la verdadera suerte no existe, sino que se hace. Así fue, al menos, este caso, a base de constancia e insistencia, las que dejaron en el camino de Jofré bastantes desilusiones:

– ¿Por qué crees tú que es importante participar en los procesos de inclusión laboral?

– (…) yo sentía que nunca más iba a ser aceptado, que nunca más iba a poder trabajar en nada, que aquí y allá. Pura negatividad. Pero yo invito a creerse el cuento. A capacitarse y hacer cursos de inclusión laboral, a todo, a participar en todo lo que sea laboral y discapacidad y de a poco vas cambiando. Yo dije que mientras más cursos hago, mientras más me capacite, algún trabajo va a caer. Yo empecé tirando CV a supermercados. Igual hubo otras empresas que llegaban hasta la parte de la entrevista y me decían “todo bien”, pero que no tenían los implementos para contar conmigo. Entonces con muchas desilusiones, con muchas decepciones, y así encontré este trabajo. En el momento en el que yo empecé a trabajar en esta empresa mi vida cambió totalmente. Mi mente, mi actitud, ahora me siento capaz de hacer muchas cosas, más de las de antes, incluso yo ayudo a las personas que tienen sus habilidades buenas. Me siento valorado.

Lograr esto ha sido uno de los ejes centrales de trabajo desde el IRV, pues como se ha mencionado en otras oportunidades, se persigue que la persona con discapacidad adquiera autonomía. Esta idea puede requiere que paso a paso el individuo vaya interiorizándose con los conceptos laborales, hasta que su autopercepción sea favorable para entrar al mundo laboral:

– ¿El IRV te ayudó?

– Mucho, yo creo que mucho, mucho. Muchos de los cursos que hice fueron con ustedes. Entonces sí. Mucho de la comunicación con la empresa, todo lo que ustedes han hecho, yo creo que sí, me han ayudado bastante para estar donde estoy ahora.

La entrevista termina, pero Aurelio no quiere dejar pasar la oportunidad para expresar un llamado a las personas con discapacidad que no se atreven aún a empezar una vida laboral. El mensaje es el siguiente:

– Si esta entrevista la va a escuchar alguna persona con discapacidad, les digo que se crean el cuento, que no se sientan menos al resto, que esta es simplemente la condición en nuestra vida pero nadie quiso estas condiciones, pero al final, como uno quedó, uno tiene que darle la cara a la vida nomás. Yo con una pura mano y con un puro pie funcional completamente hago muchas cosas que gente que tiene todas las capacidades no se atreve a hacer. Tengan confianza. Que si tienen discapacidad no es una enfermedad es solamente una condición y como tal hay que saber cómo vivirla de la mejor manera, acomodarlo a lo que venga diariamente.

Entrevista laboral por la ONG IRV: Aurelio y su renacimiento como trabajador gracias a la inclusión
Noticia Original: https://www.ongirv.com/post/entrevista-laboral-aurelio-y-su-renacimiento-como-trabajador-gracias-a-la-inclusi%C3%B3n

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